viernes octubre 4, 2019
Noticias destacadas
Por: Viviana Estrella
El Economista
La incorporación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) a la cadena de valor, fomentar el desarrollo de la Industria 4.0 y reducir la carga regulatoria son parte de las estrategias que enmarcan la política de desarrollo industrial que plantea el gobierno federal.
Estos lineamientos integran la nueva propuesta industrial que lanzó la Secretaría de Economía, por medio de un decálogo propuesto ante la iniciativa privada (IP).
El subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Víctor Lizardi, explicó que a través de esta nueva política industria se planea congregar compromisos y esfuerzos de los tres niveles de gobierno, de las dependencias de desarrollo económico de los estados y del sector empresarial.
“Hablo de una nueva relación de gobierno, que necesitamos establecer para fomentar activamente la industria, el comercio y los servicios. Me refiero en particular a una reconfiguración de la política industrial en un contexto de Industria 4.0, la política industrial que ha sido abandonada durante más de tres décadas, y es momento de retomarla”, declaró.
La presentación se llevó a cabo en el marco del Primer Encuentro Empresarial para la Integración de Cadenas Productivas B2B de los sectores automotriz, aeroespacial y eléctrico-electrónico, en el Centro Nacional de Metrología.
El lanzamiento de la estrategia federal ocurre ante una serie de retos que enfrenta el sector productivo, especialmente la transición industrial, además del entorno global de economías que han optado por medidas proteccionistas.
“En el contexto actual de intensas relaciones globales, de algunas actitudes proteccionistas, no queda duda de que debemos impulsar una política en que, más que tratar de proteger con medidas arancelarias, con restricciones o barreras a la libre concurrencia, debemos apostar por una política industrial renovada, donde nuestro punto de actuación sea la productividad y competitividad de las empresas”, sostuvo.
Por tanto, planteó identificar las bondades regionales del país, a fin de lograr un uso más eficiente de los recursos. Las tres directrices que enmarcan la política industrial en la Secretaría de Economía son la innovación, inclusión y diversificación, aseguró.
El decálogo contempla como primer punto promover una mayor competencia económica, que incida en resolver problemas sociales y que fortalecerá el mercado interno, explicó el funcionario federal.
El segundo punto es aprovechar la apertura comercial para fortalecer los encadenamientos productivos que aumenten el contenido nacional y amplíen las capacidades productivas del país.
Además, se busca impulsar ajustes en materia de mejora regulatoria en los tres niveles de gobierno, para reducir el costo regulatorio y facilitar su cumplimiento.
Por otro lado, se busca generar un entorno amigable de negocios que dé certidumbre y atraiga mayores flujos de inversión nacional y extranjera. Alentar el crecimiento de las pymes y el contenido nacional para la producción en bienes y servicios que demanda el gobierno es otro de los puntos, es decir, utilizar las compras de gobierno como una palanca adicional de desarrollo industrial en el país, enfocado en las pymes y el contenido nacional.
El decálogo contempla además fomentar la digitalización del sector manufacturero e impulsar la Industria 4.0, lo cual lleva a una mayor capacitación del capital humano y tecnificación de la mano de obra.
También se busca aumentar el financiamiento de la banca de desarrollo a proyectos industriales, con una mayor coordinación entre las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Economía, entre otras.